La descarbonización de nuestra economía surge de la necesidad de reducir las emisiones de carbono que contribuyen al calentamiento global. Entre dichas emisiones, se encuentra principalmente el dióxido de carbono como consecuencia de la actividad humana y emitido durante la producción de energía. Debido a la urgente necesidad de dicha descarbonización, muchos países se han comprometido a reducir sus emisiones con el objetivo de alcanzar la neutralidad, pero nos encontramos con un escenario en el que las emisiones netas cero no son logradas exclusivamente mediante la electrificación de la demanda energética, sino que son necesarios combustibles renovables, entre los que se encuentra el hidrógeno y sus derivados.
Al mismo tiempo, entre los mayores productores y demandantes de hidrógeno se encuentran las industrias de fertilizantes, la industria química, el acero, o el refino, pero este hidrógeno se produce mayoritariamente a partir de combustibles fósiles, emitiendo gran cantidad de dióxido de carbono. Además de esta producción insostenible en la actualidad, se prevé un aumento del uso del hidrógeno y, de no optarse por metodologías de producción sostenibles, el aumento del uso de hidrógeno tendría como consecuencia el aumento de emisiones de dióxido de carbono.
Por tanto, si queremos cumplir los objetivos de la descarbonización, es necesario sustituir las vías convencionales de producción basadas en combustibles fósiles, por otras con bajas emisiones de carbono. Las tecnologías del hidrógeno renovable representan la vanguardia en el campo de la energía y la sostenibilidad, ofreciendo soluciones innovadoras para abordar los desafíos relacionados con la producción, almacenamiento y el consumo de energía, convirtiéndose en un recurso clave en la transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible, con neutralidad de emisiones. Sin embargo, es crucial abordar los desafíos técnicos y económicos asociados con su producción, almacenamiento y aplicación, planteando soluciones que permitan incrementar la eficiencia, aprovechando al máximo los recursos disponibles y así cumplir los objetivos marcados para la descarbonización de la economía a gran escala.
De dicha necesidad surge la agrupación H2enry que tiene como principal objetivo la creación de una red de excelencia, centrada en la Tecnología Prioritaria Cervera (TC) de Transición Energética: TC10 – Tecnologías del Hidrógeno verde, mediante la cual se impulse el desarrollo de tecnologías disruptivas en el ámbito de la generación, purificación, almacenamiento y transporte de hidrógeno verde, con el objetivo de facilitar la descarbonización de la economía española. El reto que plantea H2ENRY es la investigación y transferencia de conocimiento de tecnologías innovadoras y de bajo consumo energético para la generación de hidrógeno renovable a partir de la reutilización de excedentes y fuentes de energía renovables, su posterior purificación y almacenamiento, así como la integración de herramientas de digitalización que permitan incrementar la eficiencia de los procesos.