por Rosa Trigo, CEO de Ecoembes 29 de abril, 2024
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En la era de las declaraciones bienintencionadas sobre medioambiente sobran las palabras y faltan acciones. Y si hablamos de residuos y de recursos, esta necesidad se hace aún más oportuna. Los numerosos informes de organizaciones ambientales y de instituciones comunitarias como Eurostat son claros en sus conclusiones: en los últimos años, Europa -y por tanto los países que lo conformamos y las empresas y ciudadanos que vivimos en ellos- se ha convertido en un generador de residuos.

Según los datos publicados hace unos meses por la oficina estadística de la Comisión Europea, cada europeo generó 513 kg. de basura municipal en 2022 (en España un poco menos: 467 kg.) [1]. Detrás de estas cifras de generación y de las de su gestión de residuos hay un mensaje claro: el modelo lineal de producción y consumo hace tiempo que dejó de ser sostenible y, además, tiene los años contados.

Desde Ecoembes, asumimos en 1997 nuestra parte de responsabilidad en este escenario. Durante los últimos 25 años de trabajo hemos trabajado de manera incansable en pueblos y ciudades de toda España -incluso en las peores circunstancias- dando forma a nuestro gran objetivo: promover la plena circularidad de los envases para alcanzar una sociedad libre de residuos.

Tenemos tantas evidencias de lo lejos que estamos de este objetivo (la tasa de circularidad de la UE [2] es de solo el 11,5 % y en España del 7,1 %) como, a la vez, de lo muchísimo que hemos avanzado en las últimas dos décadas en concienciación medioambiental y en consolidación del hábito del reciclaje entre los ciudadanos. Y esto no es poco. De hecho, es el catalizador que nos va a permitir llegar a la meta marcada.

Este proceso de transformación ni es exclusivo ni debe recaer únicamente en la ciudadanía. Aunque es cierto que su capacidad para ejercer presión sobre sectores decisores, como el político y el empresarial, es fundamental. En la actualidad, ningún partido político ignora la transición ecológica -ya sea por convicción o por supervivencia-, como tampoco lo hacen las empresas, conscientes de que el 74 % de los consumidores ya consideramos criterios medioambientales al tomar decisiones de compra [3].

El valor de Ecoembes se sitúa precisamente en medio de esa terna formada por ciudadanos, instituciones y empresas. Y una vez ahí, reside en nuestra experiencia y capacidad de trasladar necesidades medioambientales relacionadas con la gestión de los residuos de envases y de impulsar procesos de transformación desde la cadena de producción de las empresas hasta la puesta en marcha de sistemas eficientes y accesibles de recogida y reciclaje de envases a pie de calle.

Nuestro recién estrenado Plan Estratégico 24-26, pero con visión en 2030, no solo tiene en cuenta la importancia del reciclaje en este proceso de circularidad de los residuos en el que estamos inmersos, sino que a la vez reconoce sus límites como solución única para esa circularidad. El reciclaje ni es ni será nunca la respuesta mágica al problema de los residuos, pero a la vez el problema de los residuos pasa inevitablemente por el reciclaje. Es precisamente aquí donde entran en juego otras dos “Rs” de “reducción” y “reutilización” que quizás han estado relegadas a un segundo plano, pero que necesitamos recuperar para dar un nuevo sentido a la máxima de que el mejor residuo no es el que se recicla sino el que no se genera.

 Tal como recoge Eurostat, España ha avanzado mucho en reciclaje de envases [4] y hoy es uno de los países de la UE que mejor gestiona estos residuos. Solo el año pasado se reciclaron casi 1,7 millones de toneladas, un 3,5 % más que en 2022. El hábito está consolidado y debemos seguir cuidándolo y extendiéndolo al resto de basura (orgánica, textil, etc.) para conseguir sacar a nuestro país de los últimos puestos de la lista en reciclaje [5] del conjunto de residuos urbanos. Pero, a la vez, las empresas y las instituciones deben redoblar esfuerzos en trasladar a la sociedad la importancia de prevenir en origen la generación de residuos y de reutilizarlos siempre que sea posible. Y, una vez cumplida su vida útil, obviamente, reciclarlos siempre. Y esto no solo pasa por cambiar los hábitos de consumo de la sociedad.

Ecoembes asume el desafío de la prevención como asumió en su día el del reciclaje, consciente de que la sociedad del residuo cero no será posible si no se dan pasos intermedios en esa dirección. Y parte de esos pasos deben llevarnos necesariamente a nuevos avances legislativos y al desarrollo empresarial de nuevos planes de prevención de residuos, de la implementación de nuevas medidas de ecodiseño y de la incorporación de nuevos materiales más sostenibles en los envases, por poner tres ejemplos en los que, por cierto, miles de las empresas que confían en Ecoembes para la gestión de sus residuos de envases, ya están trabajando de manera muy activa, muchas de ellas pymes. De hecho, gracias a las más de 7.600 medidas de prevención y ecodiseño implementadas entre 2021 y 2022 por estas empresas, se consiguieron ahorrar la extracción de más de 62.500 toneladas. de materias primas, se mejoraron 4,6 millones de envases y se evitó la emisión de casi un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Estamos inmersos en un proceso de cambio. Los efectos de la crisis ambiental que vivimos nos empujan a ello. Y lo hace desde la necesidad de trascender las palabras para sumergirnos en las acciones.  Debemos, todos nosotros -empresas, administraciones, ciudadanos- involucrarnos de forma mucho más urgente, activa y coordinada que hasta la fecha. Porque, a la vista está, no ha sido suficiente.

El Foro Económico Mundial es contundente al respecto en uno de sus últimos informes [5]: hasta 2025, cinco de los diez principales riesgos mundiales estarán relacionados con aspectos ambientales y climáticos. A nadie se le escapa a estas alturas que la gestión de nuestra basura es y seguirá siendo una de esas grandes cuestiones medioambientales a resolver de camino hacia una sociedad de residuo cero. De todos depende que lo hagamos con la convicción de un objetivo alcanzable con trabajo y coordinación, no de un anhelo brillante con el que completar una bonita lista de deseos.

[1] Municipal waste generation. Eurostat, febrero 2024.

[2] Study on the Critical Raw Materials for the EU. Comisión Europea, marzo 2023.

[3] Informe sobre criterios de consumo. AECOC ShopperView, julio 2023.

[4] Recycling rates for packaging waste. Eurostat, enero 2024.

[5] Recycling rate of municipal waste. Eurostat, febrero 2024.

[6] Informe sobre riesgos globales. Foro Económico Mundial, 2024.

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