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El proyecto RUGUPLAS, coordinado por HyT Asociación Hombre y Territorio junto a AIMPLAS, ha obtenido los primeros resultados para evaluar el potencial del alga Rugulopteryx okamurae como materia prima para la obtención de bioplásticos o biomateriales que puedan ser incorporados al sector pesquero.
Los análisis confirman este potencial de valorización, aunque será necesario avanzar en nuevas líneas de investigación para evaluar su viabilidad industrial.
Desde su primera detección en el Estrecho de Gibraltar en 2016, R. okamurae se ha convertido en una de las especies marinas de más rápida propagación en la costa española. Esta macroalga parda ha encontrado condiciones favorables en aguas mediterráneas y atlánticas, desplazando a las algas autóctonas, alterando ecosistemas marinos y afectando al sector turístico y pesquero.
Durante los últimos 16 meses, RUGUPLAS ha trabajado para evaluar la aplicación del alga como materia prima para bioplásticos, buscando un uso útil y sostenible de este residuo y reduciendo la dependencia de plásticos de un solo uso que pueden acabar como basura marina.
El proyecto se ha desarrollado con la colaboración de Cofradías de Pesca de tres Demarcaciones Marinas (Sanlúcar de Barrameda, Estepona y Gandía) y ha implementado protocolos de muestreo y análisis innovadores y trazables. Se han caracterizado bioquímicamente las algas y el entorno marino, y se ha evaluado el uso de plásticos convencionales en las cofradías para identificar posibles sustituciones por bioplásticos biodegradables.
La caracterización fisicoquímica incluyó parámetros como composición nutricional, clorofila, perfil lipídico, carbohidratos, aminoácidos, vitaminas y metales pesados, además de estudios microbiológicos y análisis de micotoxinas, plaguicidas y microcistinas. No se encontraron diferencias significativas entre muestras frescas y varadas, ni entre diferentes estaciones.
Se han cuantificado los microplásticos absorbidos por las algas y en el agua circundante, confirmando que R. okamurae no es un vector de estos contaminantes. También se ha explorado el potencial del agua de contacto con la biomasa para biodegradar polímeros marinos y cómo la microbiota del alga puede influir en la biodegradación marina.
A nivel divulgativo, el proyecto ha participado en ferias, simposios y congresos nacionales e internacionales, y ha generado materiales divulgativos para acercar el conocimiento sobre macroalgas y sus aplicaciones a la sociedad y al sector pesquero.
La transferencia de resultados confirmará la viabilidad de utilizar R. okamurae para la producción de bioplásticos y biomateriales, evaluando métodos de pretratamiento para reducir contaminantes y tecnologías de plastificación adaptadas al sector. La jornada tendrá lugar el 19 de enero de 2026, con inscripción previa a través de formulario oficial.
El proyecto se ha desarrollado con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y cofinanciado por la Unión Europea a través del FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura).
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