En un contexto global donde la lucha contra el calentamiento global y el cumplimiento de los objetivos climáticos para 2050 son prioritarios, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado APE2SOL, un proyecto innovador que busca revolucionar el mercado de la energía solar.
Esta iniciativa, galardonada recientemente por la Fundación Naturgy, propone una tecnología fotovoltaica ultradelgada, ligera y adaptable, capaz de integrarse en superficies tan diversas como ventanas, textiles o dispositivos electrónicos.El proyecto, denominado Anomalous Photovoltaic Effects for 2-Dimensional Solar Cells (APE2SOL), utiliza materiales bidimensionales de vanguardia, como el disulfuro de molibdeno y el disulfuro de tungsteno, combinados con el efecto fotovoltaico anómalo (APE).
Este enfoque permite generar electricidad de manera más eficiente y constante en materiales homogéneos, superando las limitaciones de las tradicionales células solares basadas en uniones PN. “Queremos crear una tecnología fotovoltaica que sea flexible, semitransparente y aplicable a casi cualquier superficie, desde cristales hasta ropa, para producir energía renovable en entornos urbanos y contribuir a la descarbonización”, explica Elisa Antolín, investigadora de la UPM.
Superando las barreras de la energía solar convencional
A pesar del auge de la energía solar, las tecnologías actuales enfrentan retos significativos: son rígidas, costosas de fabricar y tienen limitaciones en eficiencia. APE2SOL aborda estas problemáticas mediante materiales bidimensionales que permiten reducir el grosor de los dispositivos solares, minimizando las pérdidas de energía. Según Juan José Palacios, de la UAM, “los materiales que empleamos son conocidos en la industria, pero su uso en capas ultradelgadas marca una diferencia clave para desarrollar dispositivos más eficientes”.
Por su parte, Jorge Quereda, del CSIC, destaca que “el efecto fotovoltaico anómalo genera electricidad de forma más estable, ya que no depende de uniones semiconductoras, lo que representa un avance hacia una energía solar más fiable y rentable”. Simon Svatek, de la UPM, añade: “Nuestra investigación, que combina experimentación, teoría y simulaciones computacionales, es pionera y abre nuevas puertas en el campo de la fotovoltaica”.
Reconocimiento y proyección de futuro
El proyecto APE2SOL fue distinguido en los premios de la Fundación Naturgy y el CSIC por su enfoque disruptivo y su potencial para transformar el sector de las energías renovables. El jurado resaltó su capacidad para generar impacto académico y facilitar la transferencia tecnológica, a pesar de estar en una fase inicial. La dotación de 100.000 euros permitirá al equipo avanzar durante los próximos dos años hacia la creación de un prototipo funcional, acercando esta tecnología a aplicaciones prácticas.“Este reconocimiento es muy valioso porque proviene de una entidad vinculada al sector energético.
Nos impulsa a pasar de la investigación teórica a un prototipo que pueda marcar un hito en la generación de energía limpia y distribuida”, afirman los investigadores. Con colaboraciones internacionales y una sólida trayectoria científica, el consorcio detrás de APE2SOL está decidido a consolidar esta tecnología como un pilar clave para un futuro más sostenible.
Hacia un futuro de energía limpia
APE2SOL no solo promete superar las limitaciones de las tecnologías fotovoltaicas actuales, sino que también abre la puerta a una generación de energía más accesible y versátil. Al permitir la integración de células solares en entornos cotidianos, desde edificios hasta ropa, este proyecto representa un paso significativo hacia la descarbonización y la democratización de la energía renovable, en línea con los objetivos globales de sostenibilidad.