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La Comisión Europea ha presentado la nueva Estrategia Europea de Bioeconomía, un marco decisivo para impulsar la desfosilización de la economía, sustituir insumos fósiles y acelerar las inversiones para un despliegue industrial de materiales, combustibles y tecnologías biobasadas.
La Asociación Española de Biocircularidad - Biocirc valora positivamente la Estrategia, que activa una palanca determinante para acelerar la biocircularidad en Europa, movilizando inversiones, creando mercados líderes de productos biobasados y promoviendo un uso sostenible y eficiente de la biomasa.
La estrategia reconoce la bioeconomía como un pilar estructural de la competitividad y la soberanía estratégica europeas. Se busca posicionarse como exportador tecnológico y de soluciones ligadas a la bioeconomía, para lo que se pretende fortalecer la cooperación internacional, favorecer el acceso a mercados globales o fomentar estrategias para evitar la dependencia de terceros países. “La biocircularidad es estratégica para la desfosilización, la autonomía industrial y la sostenibilidad de los territorios. La nueva Estrategia confirma el papel estructural de este sector y refuerza la oportunidad de que España consolide su liderazgo europeo”, afirma Margarita de Gregorio, CEO de Biocirc.
La Asociación defiende que los vectores biobasados son indispensables en sectores difícilmente electrificables y en la desfosilización de usos energéticos y no energéticos. “La biocircularidad y la electrificación no compiten, se complementan. Ambas conforman una transición integradora que combina eficiencia, seguridad de suministro y resiliencia industrial. La descarbonización real de Europa no se logra solo con electrificación, los vectores biocirculares son esenciales para sustituir materias primas fósiles, garantizar un modelo industrial sólido, seguridad de suministro y cohesión territorial. Europa está preparada para integrar la biocircularidad en una transición ecológica verdaderamente completa”, afirma de Gregorio.
El nuevo marco europeo reconoce explícitamente el papel de las cadenas de valor que conforman Biocirc, desde el biogás y el biometano vinculados a la valorización de bio-residuos y a la economía circular del digestato, hasta los biocombustibles avanzados y los combustibles sostenibles de aviación (SAF), indispensables para descarbonizar la aviación y el transporte marítimo. También destaca la relevancia de los combustibles sintéticos a partir de CO₂ biogénico, los bioproductos, los polímeros, textiles y química biobasada, los materiales de construcción biobasados o las biorrefinerías avanzadas y la biomanufactura, consideradas infraestructuras estratégicas del nuevo modelo industrial europeo.
Otro eje central es el uso sostenible de la biomasa, con especial atención a residuos agrícolas y ganaderos, subproductos agroindustriales, biorresiduos urbanos, lodos de depuración y corrientes biomásicas secundarias. Se impulsan medidas para cerrar ciclos de nutrientes, fomentar la digestión anaerobia, valorizar digestatos, reducir la dependencia de fertilizantes fósiles y desarrollar bioeconomías locales.
La Estrategia incorpora instrumentos financieros y regulatorios que pueden acelerar de manera decisiva el desarrollo de proyectos en España, entre ellos el nuevo Bioeconomy Investment Deployment Group, esquemas de blended finance con el Banco Europeo de Inversiones para primeras plantas industriales, hubs de simbiosis industrial, estándares avanzados para construcción biobasada y objetivos europeos de biocontenido. Con uno de los mayores potenciales biomásicos de Europa y un ecosistema empresarial en rápida consolidación, España se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar estas herramientas y asumir un papel de liderazgo en la bioeconomía industrial europea.
Margarita de Gregorio ha expresado que “Biocirc se compromete a trabajar activamente para que esta Estrategia se traduzca en marcos regulatorios coherentes y estables para las empresas, instrumentos financieros accesibles para proyectos industriales, agilización de procedimientos administrativos y una participación destacada de las empresas españolas en las nuevas plataformas, alianzas y mecanismos de inversión europeos, todo con el objetivo de lograr un mayor impulso del sector de la biocircularidad”.
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