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Sedigas ha valorado de forma positiva la nueva EU Bioeconomy Strategy presentada por la Comisión Europea, en la que los biogases, especialmente el biometano, se destacan como vectores clave para la descarbonización, la economía circular y la autonomía energética de la Unión Europea.
“La generación de biometano permite valorizar residuos, reducir la dependencia del gas fósil importado y acelerar la descarbonización de sectores difíciles de electrificar”, subraya la asociación.
La Estrategia reconoce que la bioeconomía es una «oportunidad estratégica del siglo XXI» y plantea medidas para desbloquear el despliegue de los biogases, como simplificación regulatoria, creación de un foro europeo para acelerar autorizaciones, uso de regulatory sandboxes y nuevos instrumentos financieros para proyectos pioneros. Estas prioridades coinciden con las reivindicaciones de las asociaciones y operadores del sector, que señalaban la complejidad regulatoria y la falta de financiación como barreras principales.
España se perfila como un potencial líder europeo en biometano gracias a la disponibilidad de residuos orgánicos, la infraestructura gasista moderna y la oportunidad de generar empleo y fijar población en el medio rural. Según Sedigas, España podría cubrir hasta 163 TWh/año, cerca del 50% de su demanda actual de gas, reforzando la soberanía energética y reduciendo la dependencia exterior.
Ante este contexto, Sedigas insta a las administraciones a establecer objetivos ambiciosos y claros, simplificar y armonizar los trámites, acelerar autorizaciones y crear mecanismos de financiación coherentes con los nuevos instrumentos europeos. “Es fundamental aprovechar la infraestructura gasista existente como palanca estratégica para la integración rápida del biometano en el sistema energético”, destacan desde la asociación.
Sedigas reafirma su compromiso con un despliegue sostenible y competitivo del biometano, trabajando junto a administraciones, empresas y agentes del territorio. Joan Batalla, presidente de la asociación, afirma: “España dispone del potencial, la infraestructura y el tejido empresarial necesarios para situarse entre los líderes europeos en biometano. Solo necesitamos un marco regulatorio claro y estable que permita acelerar su despliegue”.
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