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Rebi amplía su infraestructura renovable para garantizar energía limpia, estable y de proximidad a los principales centros sanitarios y nuevos barrios de la ciudad.
La Red de Calor de Guadalajara, gestionada por Rebi, avanza con paso firme hacia un modelo energético totalmente renovable. La instalación, situada en el polígono de El Balconcillo, ha culminado una ambiciosa fase de ampliación con la incorporación de una nueva caldera automática de parrilla móvil de 14 megavatios, que duplica la potencia de la central y eleva su capacidad total hasta 28 MW térmicos.
Esta actuación, junto con la construcción de una nueva estación de rebombeo soterrada fuera del recinto principal, marca un hito en el desarrollo de la infraestructura, permite llevar energía térmica al Hospital Universitario de Guadalajara y al centro de salud El Ferial. Junto con la incorporación del Instituto de Enfermedades Neurológicas, y el centro de salud El Balconcillo, la red alcanza así una cobertura sin precedentes en la capital alcarreña, garantizando suministro renovable y estable a los principales centros sociosanitarios de la ciudad.
La nueva estación, ubicada en el Parque de la Constitución, constituye una pieza técnica esencial. Actúa como punto intermedio de impulsión para vencer el desnivel y la distancia hacia el complejo hospitalario, asegurando presión y caudal constantes incluso en los momentos de máxima demanda. Además, permite la futura extensión del servicio hacia las viviendas del barrio de El Ferial, que ya han iniciado su conexión progresiva a la red.
“La caldera que hemos instalado en la central es de última generación, incorpora sistemas de combustión más limpios y automatizados, con parrilla móvil autolimpiable, control de oxígeno en continuo y economizador para la recuperación del calor de los gases de combustión”, explica Alberto Gómez, director ejecutivo de Rebi. Este conjunto mejora el rendimiento energético, reduce aún más las emisiones y optimiza el uso de la biomasa forestal local, que sigue siendo la materia prima esencial del sistema.
“Junto a ella, se han colocado nuevos equipos de filtración y depuración de humos, sistemas de bombeo de alta eficiencia y variadores de frecuencia, así como un cuadro eléctrico general completamente renovado. Todas las actuaciones están orientadas a lograr una central más robusta, flexible y preparada para la demanda futura”, añade Gómez.
La biomasa empleada procede de montes próximos gestionados de forma sostenible, lo que garantiza una economía circular completa, el aprovechamiento responsable de los recursos forestales, la reducción del riesgo de incendios y la generación de empleo local directo e indirecto.
El crecimiento de la Red de Calor de Guadalajara no solamente se mide en megavatios, también en compromiso con el territorio. La renovación del contrato con el ayuntamiento de Guadalajara para el suministro de calefacción y agua caliente sanitaria a los centros educativos reafirma la confianza institucional en el modelo de Rebi. Los colegios CEIP Pedro Sanz Vázquez, Rufino Blanco, Alvarfáñez de Minaya, Alcarria, El Doncel, El Balconcillo, y el Parvulario CEIP Ocejón, continúan beneficiándose de una energía estable, segura y sin emisiones de CO₂, que sustituye al gas y al gasóleo.
Esta colaboración público-privada, respaldada por la Junta de Gobierno Local, impulsa la sostenibilidad en la gestión de los edificios municipales y sitúa a Guadalajara como una de las ciudades pioneras en calefacción urbana renovable de España.
También lo hacen los institutos de la consejería de Educación del gobierno regional, como son el Buero Vallejo, IES Brianda de Mendoza, IES Castilla, CEFP Guadalajara, el Archivo Histórico, la Escuela Oficial de Idiomas, y el CEPA Río Sorbe.
La Diputación Provincial confía igualmente en la Red de Calor para abastecer de energía al colegio y polideportivo San José, el conservatorio de Música y la residencia de estudiantes Príncipe Felipe.
Instituciones privadas como el colegio Sagrado Corazón o el hotel Iris se calientan también gracias a la Red de Rebi.
La conexión del Hospital Universitario de Guadalajara a la red supone un salto cualitativo y simbólico. El centro sanitario más importante de la provincia pasa a abastecerse con energía cien por cien renovable, reduciendo su huella de carbono y su dependencia del gas natural.
Según apunta Alberto Gómez, “esta conexión demuestra la fiabilidad y madurez de nuestro sistema. Es un orgullo que la energía que impulsa el bienestar y la salud de los vecinos de Guadalajara provenga de nuestros propios montes y de una tecnología limpia y estable”. El impacto medioambiental de esta medida es significativo porque evitará la emisión de más de 15.000 toneladas de CO₂ anuales, lo que equivale a retirar de la circulación unos 10.000 vehículos cada año. Una mejora que se traduce en más salud para las personas y para el planeta.
Aunque las ofertas de aerotermia se han popularizado como alternativa renovable, en la práctica presentan importantes limitaciones para los vecinos, especialmente en climas como el de Guadalajara. Su rendimiento depende directamente de la temperatura exterior; cuando más frío hace, menos eficiente es el sistema y más electricidad necesita para calentar el agua o mantener el confort en la vivienda. Esto se traduce en un consumo eléctrico elevado y en facturas inestables, justo en los meses de mayor demanda.
Además, la instalación de equipos requiere obras en cada edificio, espacio en las azoteas o fachadas, y un mantenimiento constante que recae sobre cada comunidad. A ello se suma el ruido de las unidades exteriores, la necesidad de sustituir los equipos cada cierto tiempo y la dependencia total del mercado eléctrico.
Frente a ello, la Red de Calor ofrece energía térmica renovable sin ruidos, sin equipos visibles, sin costes de inversión para el vecino y con un servicio estable, limpio y predecible. Garantiza un suministro continuo, con energía limpia procedente de biomasa local, independiente de las condiciones meteorológicas y del precio de la electricidad.
Además, evita inversiones y mantenimientos individuales, centraliza la generación térmica en una instalación altamente controlada y reduce el impacto visual y acústico en las viviendas. Este modelo colectivo maximiza la eficiencia energética del conjunto urbano y multiplica los beneficios medioambientales, reforzando la economía circular y ofreciendo a los usuarios una energía limpia, segura y predecible en costes.
Y respecto al gas y el gasóleo, la diferencia es aún más evidente: cero emisiones, menos costes operativos y una independencia total frente a los mercados internacionales de combustibles fósiles.
Con la última ampliación, Guadalajara consolida su posición como referente en calefacción urbana sostenible en Castilla-La Mancha y en toda España. Más de 3.800 viviendas y decenas de edificios públicos ya están conectados a la red, y las nuevas infraestructuras abren la puerta a un crecimiento sostenido durante los próximos años.
La apuesta de Rebi por la ciudad se refleja en la tecnología, en la cercanía con los vecinos y las instituciones. La compañía mantiene un diálogo continuo con el ayuntamiento, la Junta y los usuarios, fomentando el conocimiento sobre energía renovable y promoviendo el uso responsable de los recursos.
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