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El contexto europeo actual presenta importantes desafíos en materia de circularidad. Según datos de Eurostat, la tasa de circularidad de la Unión Europea, que mide la contribución de los materiales reciclados al uso general de materiales, fue del 11,8% en 2023, con España situándose por debajo de la media europea con un 8,5%. Ante el ambicioso objetivo de la UE de duplicar esta tasa hasta el 23,2% para 2030, la transformación que deben afrontar las empresas, la administración pública y la sociedad resulta crucial.
En este contexto, Veolia, líder mundial en descarbonización, economía circular y la gestión optimizada de los recursos, se posiciona como un actor clave en la transición hacia una economía circular, con una estrategia centrada en las cadenas de valor de los materiales y su reincorporación al ciclo productivo. La compañía, que cuenta con una trayectoria consolidada en el sector, aplica su experiencia internacional para impulsar soluciones innovadoras que contribuyen tanto a la circularidad como a la descarbonización.
El nuevo Reglamento europeo sobre envases y residuos de envases, publicado en enero de 2025, establece objetivos obligatorios de contenido plástico reciclado en envases y de reciclado de plásticos, que ya avanzaba nuestro Real Decreto estatal.
Ante estos desafíos, Veolia lidera la transformación a través de sus dos instalaciones especializadas en el reciclaje de residuos plásticos: La Red, ubicada en Alcalá de Guadaira (Sevilla) y TorrePET, situada en Torremejía (Badajoz).
La Red transforma los residuos plásticos en granza de distintos materiales que luego se convierten en nuevos productos (por ejemplo, el PEAD que puede usarse para fabricar botellas, tapones, tuberías; mientras que el PEBD se puede usar para fabricar film).
TorrePET está especializada en la producción de granza de PET reciclado para uso alimentario de la más alta calidad y se convirtió a finales del año pasado en la primera planta de reciclado de PET en España en conseguir la certificación de Fin de Condición de Residuo. Este reconocimiento acredita que los residuos generados se transforman en nuevas materias primas que, posteriormente, se reincorporan a los procesos productivos.
Ambas instalaciones cuentan con los últimos avances tecnológicos pero a su vez están inmersas en un proceso de innovación constante. En La Red, se han ampliado los silos para lograr una mayor homogeneización de la granza, mejorando así la calidad del producto final. Además, se desarrollan proyectos de ciclo cerrado de materiales, por ejemplo, para el PEBD, transformando residuos plásticos de embalajes en nuevas bolsas de compra para el sector de la distribución. La planta también está ampliando su capacidad de clasificación de FILM posconsumo, lo que aumentará su producción en un 50%.
Por su parte, TorrePET está desarrollando un proyecto de investigación para valorizar los rechazos de producción y materiales no aptos para reciclaje mecánico, buscando maximizar el uso de toda la materia prima. Paralelamente, se están explorando el uso de envases no reciclables mecánicamente para otros usos y aplicaciones.
Estas plantas no solo transforman residuos plásticos en nuevas materias primas que sustituyen a materias primas vírgenes, sino que contribuyen activamente a alcanzar los objetivos de la estrategia europea para el plástico en una economía circular, garantizando que los materiales reciclados cumplan con los estándares de calidad necesarios para reincorporarse en la cadena de valor como materias primas o productos .
Además, ante un contexto de normativas cada vez más exigentes para combatir la emergencia climática, Veolia ha creado Plastiloop, la primera plataforma de polímeros circulares de uso inmediato, para ayudar a sus clientes a impulsar un uso responsable de los plásticos, reduciendo la huella de carbono y promoviendo el ahorro de recursos.
Para aquellos residuos que no pueden ser reciclados, la valorización energética se presenta como una solución robusta y probada que permite aprovechar el potencial de estos residuos no reciclables, contribuyendo a la autonomía energética y al cumplimiento del objetivo de 10% de límite de residuo municipal a vertedero en el año 2035.
La estrategia de Veolia trasciende la gestión tradicional de residuos, centrándose en el potencial de la circularidad de los materiales mientras contribuye a la descarbonización, es decir, a reducir las emisiones de CO2 que generan las actividades de sus clientes.
La transformación ecológica solo será posible a través de una estrecha colaboración con administraciones públicas y empresas, a los que la compañía acompaña ofreciéndoles soluciones a medida que se adapten a sus necesidades específicas.
Ante el plan de acción que marca la Unión Europea en materia de Economía Circular y los crecientes desafíos en la gestión de recursos, Veolia continúa innovando y adaptando sus soluciones para maximizar la recuperación de materiales y su reintegración en los ciclos de producción. Su experiencia internacional y enfoque en la circularidad la posicionan como un socio estratégico para alcanzar los objetivos europeos en materia de residuos, energía y clima.
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