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Aitor Pérez, Project Manager de MOBOTIX
Se tiende a considerar que las cámaras de videovigilancia son para la seguridad ante la intrusión o la comisión de delitos. Pero los años de experiencia del uso de esta tecnología en los centros de gestión de residuos, se ha probado su eficacia en otras áreas igualmente importantes.
Su contribución a la seguridad y prevención de riesgos laborales, optimización de procesos y reducción de costes, hacen que estas instalaciones sean una inversión estratégica. Con esta capacidad de los centros de gestión de residuos para monitorizar en tiempo real contribuyen a operar dentro de los estándares más exigentes en materia de seguridad y sostenibilidad, sin incrementar los costes (económicos, humanos y reputacionales).
Uno de los mayores riesgos en la gestión de residuos es la posibilidad de incendios, que pueden producirse por diversas razones: la acumulación de desechos inflamables, el mal manejo de materiales peligrosos o el sobrecalentamiento de maquinaria. En las instalaciones de residuos, donde a menudo hay grandes volúmenes de material y techos altos, la detección temprana de un posible incendio es crucial para evitar daños mayores. Aquí es donde la tecnología de las cámaras térmicas juega un papel fundamental porque son capaces de detectar aumentos de temperatura mucho antes de brote el fuego y por tanto que el incendio se haga visible a través del humo o las llamas. Esto permite la alerta temprana al personal de seguridad o activar sistemas automáticos de extinción de incendios. Al reducir significativamente las probabilidades de un incendio, se protege tanto el entorno natural, como las infraestructuras, los trabajadores y vecinos de la planta y evita el coste económico de la pérdida de potencial materia prima resultante del proceso de reciclado.
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