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Moeve continúa avanzando a buen ritmo en la construcción de su nueva planta de biocombustibles 2G en el Energy Park La Rábida, en Palos de la Frontera, un proyecto estratégico que ya ha superado el 50% de ejecución y forma parte del mayor complejo de producción de combustibles renovables de segunda generación del sur de Europa.
La instalación, desarrollada junto a su socio Apical, supondrá una inversión de 1.200 millones de euros y la creación de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante su construcción y operación, consolidando a Huelva como uno de los polos energéticos y tecnológicos más relevantes del continente.
Con una capacidad flexible de producción de hasta 500.000 toneladas anuales de combustible sostenible de aviación (SAF) y diésel renovable (HVO), la planta permitirá duplicar la capacidad actual de Moeve hasta alcanzar un millón de toneladas y situará a la provincia a la cabeza de la reindustrialización española. El proyecto es, además, uno de los tres mayores desarrollos industriales actualmente en marcha en el país y refuerza el liderazgo nacional en la producción de moléculas verdes, imprescindibles para descarbonizar sectores como la industria y el transporte aéreo, marítimo y terrestre. Según los cálculos de la compañía, los combustibles renovables producidos en este complejo evitarán la emisión de tres millones de toneladas de CO₂ anuales, equivalente al 4% de las emisiones generadas por el transporte por carretera en España.
Durante una visita a las obras, el CEO de Moeve, Maarten Wetselaar, destacó la relevancia del proyecto: “Es un orgullo comprobar sobre el terreno cómo avanza uno de los tres mayores proyectos industriales que se están construyendo actualmente en todo el país. Esta instalación es un ejemplo de la reindustrialización que estamos promoviendo, estimulando la economía local y desarrollando proyectos a gran escala para contribuir a descarbonizar la industria y el transporte pesado en Europa”. Asimismo, reconoció el trabajo de los cerca de 800 profesionales que ya han participado en la construcción, cuyo esfuerzo “ha sido fundamental para alcanzar los importantes avances que hoy estamos viendo”.
Desde el inicio de las obras, en febrero de 2024, los trabajos se han centrado en la preparación de las parcelas que albergarán la instalación, que ocupará una superficie de 220.000 metros cuadrados, equivalente a más de 30 campos de fútbol. La obra civil alcanza ya el 70% de ejecución, la estructura metálica está prácticamente fabricada y su montaje avanza al 30%. En los próximos meses se llevará a cabo una de las fases más complejas del proyecto: la instalación de 590 kilómetros de tuberías —una distancia superior a la que separa Huelva de Madrid— y 1.400 kilómetros de cable, equivalente al trayecto entre Huelva y París. La fabricación de tanques in situ progresa al 70%, mientras que el 90% de los equipos construidos fuera del complejo estará recepcionado antes de final de 2025. Si el ritmo actual se mantiene, Moeve prevé que la planta comience a operar a finales de 2026.
La instalación incorpora la tecnología más avanzada para la producción de biocombustibles renovables y ha sido diseñada bajo los máximos estándares ambientales. Funcionará con hidrógeno renovable, electricidad 100% verde y sistemas de eficiencia energética y recuperación de calor que permitirán reducir un 75% las emisiones respecto a una planta tradicional, con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas a medio plazo. Otro aspecto destacado es que no consumirá agua dulce: toda la operativa se basará en el uso exclusivo de aguas recuperadas, minimizando su impacto en el ecosistema gracias a una planta de tratamiento de última generación.
El suministro de materias primas también está garantizado a través de un acuerdo global y de largo plazo con Apical, que abastecerá a la planta con residuos orgánicos como desechos agrícolas y aceites usados de cocina, reforzando así el modelo de economía circular y asegurando recursos sostenibles, uno de los principales desafíos del sector. De forma paralela, Moeve avanza en un plan de capacitación para los futuros operadores del complejo industrial, con más de 53.000 horas de formación orientadas al reskilling y upskilling de los profesionales que gestionarán la producción.
Los biocombustibles 2G se han convertido en un pilar clave de la estrategia Positive Motion de Moeve, al ofrecer una alternativa inmediata y eficaz para reducir las emisiones en sectores de difícil electrificación. La compañía aspira a liderar la producción de estos combustibles en España y Portugal en 2030, con una capacidad total de 2,5 millones de toneladas anuales, de las que 800.000 serán de SAF. Actualmente, Moeve ya suministra biocombustibles 2G a clientes del transporte aéreo, marítimo y terrestre, abastece de forma continua a los principales aeropuertos del país y comercializa diésel renovable en nudos estratégicos de la red viaria y en 60 puertos españoles.
La planta de Palos de la Frontera se consolida así como una infraestructura esencial para el futuro energético europeo y para la economía de Huelva, que continúa posicionándose como territorio clave en la producción industrial vinculada a la transición ecológica.
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