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La creciente preocupación por el cuidado del medioambiente y la apuesta global por las energías renovables ha hecho que la energía solar fotovoltaica viva un momento de expansión sin precedentes. En este contexto, la elección del sistema estructural adecuado para sacar el máximo rendimiento de los proyectos fotovoltaicos resulta clave para garantizar la eficiencia energética y la rentabilidad a largo plazo de la instalación.
Si quieres saber qué diferencias existen entre las estructuras fijas fotovoltaicas y los seguidores solares y cuál de ellos te ayudará a sacar más partido a tu proyecto, sigue leyendo a continuación.
Cuando hablamos de una estructura fotovoltaica fija, lo hacemos para referirnos a un sistema de soporte que sostiene los paneles solares en una posición constante, sin seguir el movimiento solar. Para obtener el máximo rendimiento con su instalación, su orientación e inclinación se calculan previamente en función de su ubicación y las condiciones que tenga el terreno.
Entre las principales características y ventajas de las estructuras fotovoltaicas fijas podemos mencionar:
Simplicidad y fiabilidad: al no incorporar partes móviles, requieren menos mantenimiento y presentan una gran durabilidad.
Coste competitivo: menor inversión inicial y montaje más rápido que los sistemas de seguidores solares.
Versatilidad de diseño: se adapta a distintos tipos de módulos, terrenos y configuraciones.
Buena resistencia estructural: están preparadas para soportar condiciones ambientales adversas.
Por el contrario, cuando nos referimos a un seguidor solar, estaremos hablando de un sistema diseñado para orientar los paneles solares para seguir el movimiento del sol y aprovechar al máximo la captación de energía. Dentro de esta clasificación podemos distinguir dos tipos de seguidores solares:
Seguidores solares de un eje: rotan los paneles en un solo eje (este-oeste), aumentando la producción anual entre un 20 % y 30 % con un menor coste y mantenimiento. Son los preferidos para plantas fotovoltaicas de gran tamaño.
Seguidores solares de dos ejes: ajustan los paneles en dos direcciones, logrando hasta un 40 % más de energía, aunque su instalación es más cara y compleja. Son recomendables para proyectos donde se busca la máxima eficiencia en un espacio limitado.
Si decidimos instalar seguidores solares en nuestro proyecto fotovoltaico, contaremos con las siguientes ventajas:
Aumento de la eficiencia energética: maximiza la producción eléctrica al orientar los paneles para aprovechar al máximo la radiación solar.
Adaptabilidad al terreno: los modelos actuales, como el TracSmarT+ 1P de Gonvarri Solar, se ajustan a pendientes e irregularidades del suelo, reduciendo el movimiento de tierras.
Compatibilidad con módulos grandes: preparados para paneles de última generación de gran formato.
Instalación sencilla: gracias a su diseño modular y piezas estandarizadas, se instalan más rápido y con menor coste
A la hora de poner en marcha un proyecto fotovoltaico, elegir entre estructuras fotovoltaicas fijas o seguidores solares dependerá de múltiples factores que deben evaluarse según las características específicas de cada instalación. Sin embargo, existen unos criterios básicos que nos ayudarán a averiguar cuál de las dos soluciones puede ser la adecuada para nuestro proyecto:
Criterios técnicos: los seguidores solares son más adecuados para plantas de gran tamaño y terrenos amplios donde su capacidad de seguimiento permita maximizar la generación de energía. Las estructuras fijas resultan más convenientes en cubiertas o terrenos más reducidos, ya que ofrecen un mejor equilibrio entre el espacio utilizado y el coste de la instalación.
Criterios económicos: las estructuras fijas son más baratas de instalar y de mantener, perfectas para proyectos con un presupuesto limitado. Los seguidores solares cuestan más al principio, pero producen más energía, lo que puede compensar la inversión inicial en proyectos grandes.
Criterios ambientales: las estructuras fijas impactan menos el terreno y generan menor huella de carbono. Por su parte, los seguidores solares pueden necesitar más cimentación, aunque los modelos modernos minimizan estas intervenciones.
Mantenimiento y fiabilidad: las estructuras fijas son más simples y resistentes y requieren inspecciones mínimas, por lo que resultan más sencillas de operar a largo plazo. Los seguidores solares necesitan un mayor mantenimiento de sus componentes móviles, así como revisiones periódicas, pero ofrecen una mayor producción energética.
En definitiva, la elección entre estructura fotovoltaica fija y seguidor solar depende del tipo de proyecto que queramos desarrollar, el tamaño de la instalación, nuestro presupuesto y las condiciones naturales del terreno. Mientras las estructuras fijas destacan por su simplicidad, bajo coste y fiabilidad, los seguidores solares ofrecen un mayor rendimiento energético, especialmente en plantas de gran escala, permitiendo aprovechar al máximo la radiación solar.