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El sector reclama mecanismos más accesibles y adaptados a su realidad industrial tras la exclusión de más de la mitad de los proyectos admitidos inicialmente.
El pasado viernes 13 de junio, la Fundación Biodiversidad publicó la resolución sobre la valoración de las alegaciones presentadas a su propuesta de resolución provisional del 9 de abril. En el mismo documento se detallan también los requerimientos documentales previos a la resolución definitiva de la convocatoria.
Según esta resolución, se han propuesto provisionalmente como subvencionables unos 40 proyectos, seleccionados entre los aproximadamente 75 que superaron la fase inicial de admisión, por un importe total cercano a los 32,5 millones de euros. El Observatorio Textil y Moda (OTYM) considera que estos resultados “no responden a las necesidades reales del sector en su complejo y prolongado proceso hacia una mayor circularidad”.
Una primera valoración de la convocatoria apunta a la escasa participación empresarial, posiblemente atribuible tanto a factores estructurales —la transformación de un modelo lineal a uno circular requiere tiempo y estabilidad— como a circunstancias coyunturales relacionadas con la incertidumbre regulatoria, tecnológica y de mercado. Este contexto podría haber dificultado la incorporación de nuevos agentes a la convocatoria. El Observatorio opina que “solo mediante un acompañamiento continuado en el tiempo podrán superarse las barreras que limitan este tipo de inversiones adaptativas en materia de circularidad”.
Una segunda lectura, centrada en el número reducido de solicitudes presentadas, señala las dificultades de acceso derivadas de la Orden de Bases TED/167/2024, de 20 de febrero, aplicable a los sectores del plástico y el textil. Tal como se ha reiterado en diversas ocasiones, es probable que las condiciones establecidas para acogerse a este programa no se ajustaran adecuadamente a la realidad del sector textil.
A ello se suman los criterios de valoración aplicados a las entidades y agrupaciones solicitantes, que podrían haber actuado como una tercera barrera de entrada. En el caso del textil, un tercio de los proyectos que superaron la fase de admisión inicial han sido finalmente descartados, sin que la calidad técnica de los proyectos presentados haya tenido el peso suficiente para compensar otros requisitos formales.
El Observatorio —en estrecha colaboración con la Confederación ModaEspaña y el Consejo Intertextil Español— ha impulsado numerosas acciones entre 2022 y 2024, incluyendo trabajos de posicionamiento sectorial con consultoras especializadas, formación, difusión de normativa y procedimientos, así como preparación de proyectos. Un ejemplo destacado es la colaboración con FI Group, que presentó proyectos con una tasa de éxito del 90 %.
A la vista de los resultados, el OTYM considera imprescindible que el desarrollo del PERTE para los sectores textil, calzado y confección incluya nuevas convocatorias. Esta práctica es habitual en otros PERTEs transformadores como el del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) o el de Descarbonización, que —al igual que la Estrategia 2030 para el sector— cuentan con una sólida base regulatoria.
Para dar continuidad y eficacia a este proceso, el Observatorio plantea dos consideraciones importantes:
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