Empresas Premium
En los últimos años, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) se han convertido en una de las herramientas más relevantes para mejorar la calidad del aire en las ciudades.
La realidad es que estas medidas estarán cada vez más presentes, consolidándose como uno de los ejes principales de la transformación urbana en España. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a todos los municipios de más de 50.000 habitantes, y a aquellos de más de 20.000 con problemas de calidad del aire, a contar con una ZBE activa. En total, más de 150 ciudades españolas deberán implementar estos espacios antes de 2026.
El objetivo está claro: reducir las emisiones contaminantes del tráfico y de buena parte de los óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión en entornos urbanos. Pero ¿cuáles son los desafíos de la implantación de estas zonas? La realidad es que plantea desafíos importantes como la necesidad de medir y controlar en tiempo real la movilidad, garantizar la equidad social en las restricciones y, sobre todo, disponer de una infraestructura tecnológica capaz de gestionar y analizar grandes volúmenes de datos urbanos.
Más allá de las restricciones de acceso, las ZBE se han convertido en entornos monitorizados por plataformas inteligentes de gestión de la movilidad y la calidad del aire, integradas en los ecosistemas de Smart City. En este contexto, Getafe se sitúa a la vanguardia al desarrollar una Plataforma de Gestión de Zona de Bajas Emisiones, integrada con la tecnología ArcGIS de Esri, lo que le permite combinar análisis geoespacial, automatización de procesos y visualización 3D en tiempo real.
Los esfuerzos de Getafe se han centrado en recrear la ciudad con un modelo digital en 3D y añadir la información proveniente de la ZBE. Esto ha sido posible gracias a los datos LIDAR del Centro Nacional de Información Geográfica (CNIG) y a la huella catastral actualizada. Gracias a la solución implementada pueden combinar esta información y generar modelos de elevación del terreno.
Para gestionar y aprovechar toda esta información, el Ayuntamiento utiliza la tecnología ArcGIS, que permite conectarse a otros sistemas corporativos, y así poder visualizar, analizar y compartir datos geográficos en tiempo real. A través de esta plataforma, el equipo técnico puede crear mapas interactivos y escenas 3D que muestran, por ejemplo, los límites de la Zona de Bajas Emisiones, el tráfico o la disponibilidad de aparcamientos.
Asimismo, parte de esta información se publica en la nube mediante ArcGIS Online, lo que facilita su acceso tanto a los servicios municipales como a la ciudadanía, garantizando al mismo tiempo la seguridad de los datos.
La transformación de la movilidad urbana exige algo más que sensores y cámaras. Por ello, requiere inteligencia geoespacial para interpretar los datos y convertirlos en decisiones. En Getafe, esta visión se materializa a través de la Plataforma Smart Getafe, que centraliza la información procedente de los dispositivos urbanos y la integra con el sistema geoespacial ArcGIS de Esri.
Mediante procesos automatizados en Python, los datos de tráfico, sanciones y distintivos ambientales se actualizan cada hora, permitiendo un seguimiento continuo y predictivo de la movilidad. Las tareas programadas, ejecutadas 24 veces al día, garantizan una visualización en tiempo real que refleja el pulso de la ciudad.
Esta infraestructura se traduce en herramientas de gestión avanzadas, como un visor inmersivo 3D que combina el modelo urbano con información en directo, incluidas las cámaras de la DGT, y un cuadro de mando interactivo que analiza sanciones, tráfico y tendencias históricas. Ambas soluciones facilitan la toma de decisiones basadas en evidencia y una comunicación más transparente con la ciudadanía.
El sistema se completa con una capa de mantenimiento inteligente, que permite registrar incidencias y actualizar el estado de los dispositivos desde aplicaciones móviles, todo ello sincronizado con un visor web centralizado.
El modelo adoptado por Getafe, basado en el Patrón WebGIS, es escalable y replicable porque permite incorporar nuevas fuentes de datos, sensores o herramientas participativas sin necesidad de desarrollos complejos. Así, la ZBE se consolida como una plataforma viva y adaptable, capaz de evolucionar junto con las necesidades de la ciudad.
De cara al futuro, las Zonas de Bajas Emisiones no solo serán un requisito, sino un eje central de las ciudades inteligentes, donde la movilidad sostenible, la eficiencia energética y la gestión basada en datos se entrelazan.
Las tendencias actuales apuntan a una integración cada vez mayor entre planificación urbana y tecnologías geoespaciales, reforzando la idea de que medir, analizar y actuar sobre el entorno urbano es clave para construir ciudades más saludables y resilientes. De esta manera, la transformación que empezó como una medida para mejorar la calidad del aire se proyecta ahora como un motor de innovación y estrategia urbana que seguirá marcando el rumbo de la movilidad y la vida en nuestras ciudades.
Todas estas innovaciones y aplicaciones se analizarán en profundidad en la Conferencia Esri España 2025, los días 29 y 30 de octubre en Madrid. En este encuentro expertos y compañías de referencia compartirán casos reales de movilidad sostenible y SmartCities.
|