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La Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA) presentó en Madrid las nuevas ediciones de los Observatorios de Economía Circular y ESG del sector cementero español, que cuentan con la colaboración del Institut Cerdà y Forética.
Los datos correspondientes a 2023 confirman que la industria del cemento recuperó 2,3 millones de toneladas de residuos como materias primas y 1,08 millones de toneladas como combustibles alternativos, consolidándose como una de las principales recicladoras del país.
Desde 2004, el sector ha reutilizado 56 millones de toneladas de materias primas recicladas y casi 14 millones de toneladas de combustibles derivados de residuos, procedentes de 88 actividades económicas. Solo en 2023, la sustitución del 40,9% de combustibles fósiles por alternativas con alto contenido en biomasa evitó la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO₂, equivalente a las emisiones anuales de más de 330.000 vehículos.
Dimas Vallina, director gerente de Fundación CEMA, destacó que “el Observatorio de economía circular es uno de los mejores ejemplos del compromiso del sector con la transparencia, con datos continuados durante 20 años y verificados por una tercera parte”. La fundación celebra este año su 20º aniversario como entidad tripartita formada por patronal y sindicatos (UGT FICA y CCOO del Hábitat).
El Observatorio ESG volvió a situar al sector cementero como referente en empleo de calidad: el 92% de los contratos son indefinidos, una cifra que se mantiene estable desde hace una década. Además, es una de las industrias más seguras del país: el índice de frecuencia de accidentes con baja es un 85% inferior al promedio de la industria española y hasta un 70% menor que en el sector servicios.
Según Vallina, “ambos indicadores reflejan la consolidación del sector como generador de empleo estable, seguro y de calidad”. Asimismo, subrayó la reducción del 51% en emisiones de partículas desde 2014 gracias a las inversiones realizadas en sistemas de control de polvo.
El observatorio revisa anualmente 24 indicadores vinculados a la contribución del sector cementero a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con especial foco en empleo, seguridad y sostenibilidad.
El evento contó también con la participación del Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones (IECA). Su director de Tecnología y Promoción, César Bartolomé, presentó los últimos avances en descarbonización y digitalización, destacando el reto del carbono embebido en los materiales de construcción, responsable del 11% de las emisiones globales de CO₂.
Bartolomé explicó que el sector está desarrollando nuevos cementos con menor huella de carbono sin comprometer sus prestaciones. “El objetivo final no es solo reducir la huella del material, sino la de toda la construcción”, remarcó.
IECA anunció el diseño de una etiqueta de emisiones de CO₂, similar a las etiquetas energéticas de los electrodomésticos, que permitirá clasificar cada tipo de cemento según su impacto climático. Además, presentó sensores RFID integrados en probetas de hormigón, capaces de rastrear el origen, propiedades y huella ambiental del cemento durante toda su vida útil, lo que reforzará la trazabilidad y calidad del producto.
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