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Barcelona se convierte esta semana en la capital mundial del debate metropolitano con la celebración del World Metropolitan Summit (WMS) y del 10º aniversario del Foro European Metropolitan Authorities (EMA), organizados por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Ayuntamiento de Barcelona.
Antonio Balmón
El AMB, pionero en la promoción de la dimensión metropolitana a escala europea e internacional, impulsa este doble evento con el objetivo de reforzar el papel de las metrópolis como actores clave ante los grandes retos globales, y de proyectar Barcelona como referente en gobernanza, sostenibilidad e innovación urbana. Se trata de la primera Cumbre Mundial Metropolitana, un espacio inédito que pone el foco en la escala metropolitana —más allá de los encuentros habituales de ciudades— para dar respuestas coordinadas y a gran escala a los desafíos del siglo XXI.
Durante cuatro días, del 14 al 17 de octubre, más de un centenar de líderes metropolitanos, responsables institucionales y representantes de organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la Comisión Europea debaten sobre los grandes retos urbanos: la crisis global de la vivienda, la emergencia climática, la digitalización y la gestión del agua.
La cumbre ha culminado hoy con la firma, en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, de la Declaración Metropolitana de Barcelona, en la que las metrópolis participantes se comprometen a:
Liderar una transformación urbana inclusiva y sostenible, promoviendo acciones que creen metrópolis equitativas, garantizando los derechos humanos y combatiendo la emergencia climática.
Reforzar la gobernanza democrática, mejorando la cooperación institucional y la coordinación multinivel y multiactor, y fomentando la participación ciudadana en la toma de decisiones metropolitanas.
Impulsar la agenda global más allá de 2030 y 2050, asumiendo un papel clave en la implementación de la Agenda 2030, el Acuerdo de París o el Pacto por el Futuro, en colaboración con Naciones Unidas y otras instituciones.
Desarrollar políticas metropolitanas de vivienda, que garanticen el acceso a un hogar digno, asequible y de calidad para todos, combatiendo la exclusión residencial.
Fomentar la cooperación entre metrópolis, compartiendo experiencias, promoviendo el aprendizaje mutuo y reforzando las redes metropolitanas como plataformas de intercambio e influencia internacional.
Avanzar hacia la neutralidad climática, movilizando recursos y escalando innovaciones para liderar una transición ecológica justa y ambiciosa que equilibre los objetivos climáticos, la cohesión social, el desarrollo económico y la biodiversidad.
La Cumbre fue inaugurada por Jaume Collboni, presidente del AMB y alcalde de Barcelona, quien destacó la importancia de “reivindicar a las metrópolis como las grandes protagonistas de la vida ciudadana en el siglo XXI. El futuro del mundo se juega, principalmente, en las metrópolis, y debemos trabajar para mejorar nuestros barrios.”
Collboni añadió que “las instituciones solo somos útiles si garantizamos la paz y la dignidad humana de nuestra ciudadanía”, subrayando que “las metrópolis no somos solo receptoras de políticas globales, somos los motores que las definimos e implementamos.”
Por su parte, Antonio Balmón, vicepresidente ejecutivo del AMB y alcalde de Cornellà de Llobregat, señaló que “las metrópolis son el espacio donde se juegan las grandes transformaciones del futuro: garantizar vivienda asequible, frenar la crisis climática y hacer de la digitalización una herramienta inclusiva al servicio de la ciudadanía.”
Balmón remarcó que el AMB, la tercera administración más importante de Cataluña, “se ha construido desde el consenso” y añadió: “En las ciudades del área metropolitana de Barcelona no vemos amenazas ni guerras; solo vemos seres humanos. Debemos empoderar las áreas metropolitanas porque el futuro nunca está escrito.”
También participó Anacláudia Rossbach, directora ejecutiva de UN-Habitat, junto a alcaldes y representantes internacionales como Mustafa Bozbey (Unión de Municipios de Mármara), Pia Imbs (Eurometrópolis de Estrasburgo), Issa Kassis (Ramala), Razaque Manhique (Maputo), Tuija Telén (región de Helsinki-Uusimaa) y Oleh Volskyi (Zhovkva, Asociación de Aglomeraciones de Lviv), entre muchos otros.
Los participantes subrayaron la necesidad de dotar a las áreas metropolitanas de mecanismos estables de financiación y mayor autonomía en la gestión de fondos europeos e internacionales, para garantizar inversiones que respondan a los retos territoriales a largo plazo.
El WMS 2025 ha consolidado el papel de las metrópolis como aliados estratégicos en la gobernanza global y espacios esenciales para construir un futuro sostenible, justo e inclusivo.
El Foro EMA celebra su décimo aniversario como uno de los ejes del WMS 2025. Creado en Barcelona en 2015 por iniciativa del AMB, el EMA se ha consolidado como una plataforma de referencia para el diálogo político entre las principales metrópolis europeas y las instituciones de la Unión Europea. En esta década, ha abordado retos como la cohesión social, la transición verde y digital, la inclusión y la vivienda, en encuentros celebrados en ciudades como Turín, Varsovia, Roma, Lyon, Oporto, Katowice, Helsinki y Ámsterdam.
Balmón recordó que “hace diez años impulsamos el EMA convencidos de que las metrópolis necesitaban una voz propia en Europa. Hoy, podemos decir con orgullo que esta red se ha convertido en un actor reconocido en la defensa de los intereses metropolitanos y en la construcción de una Europa más cohesionada y sostenible.”
De cara al futuro, añadió que “debemos seguir reforzando este papel de diálogo a escala europea para consolidar a las metrópolis como aliadas indispensables en la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo.”
Durante el intercambio de experiencias se destacaron los principales retos a los que se enfrentan las metrópolis. Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y, para 2035, 3.470 millones de personas vivirán en áreas metropolitanas (el 39% de la población global), lo que supone una creciente complejidad en la planificación urbana.
Las fronteras administrativas ya no reflejan las dinámicas urbanas reales, y los desafíos en materia de vivienda, movilidad, energía o agua superan el ámbito municipal, requiriendo una gobernanza metropolitana coordinada. Según el último informe del Foro Económico Mundial (2021), aún hay 150 millones de personas sin hogar en el mundo.
En cuanto a la emergencia climática, el aumento de las temperaturas, los fenómenos extremos y la escasez de recursos afectan especialmente a las metrópolis, pero estas también pueden ser refugios de biodiversidad y agentes clave de resiliencia. Asimismo, se destacó la necesidad de garantizar el acceso equitativo a la tecnología, proteger los derechos digitales y fomentar la participación ciudadana en la transformación digital.
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