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El Proyecto ReCon, la iniciativa de economía circular impulsada por la tecnológica española Satlink para recuperar y reacondicionar dispositivos de pesca sostenible, continúa su expansión internacional con nuevas alianzas en el Caribe y en el continente africano.
En concreto, ReCon acaba de incorporar nuevos socios en San Vicente y las Granadinas, así como en Tanzania, Kenia, Madagascar y Sudáfrica, reforzando su presencia en dos regiones clave para la conservación marina.
Con actividad ya en más de 20 países y territorios de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, ReCon se consolida como el mayor programa global de economía circular para la recuperación y reutilización de dispositivos tecnológicos empleados por la flota atunera de cerco.
En el Caribe, ReCon ha comenzado a operar en San Vicente y las Granadinas gracias a su colaboración con Ripples to Waves, una ONG local que promueve la conservación marina a través de la ciencia, la educación y el arte. La organización destinará las boyas reacondicionadas no solo a fines científicos, sino también a acciones de sensibilización sobre los residuos marinos y su impacto en la biodiversidad y las comunidades costeras a través de la iniciativa One Drop in the Ocean.
Asimismo, Satlink ha reforzado su presencia en el océano Índico occidental de la mano del Centro de Estudios Científicos de Bazaruto (BCSS), socio estratégico del proyecto en Mozambique y operador del primer Observatorio Oceánico permanente en África. BCSS ha ampliado su ámbito de actuación a Tanzania, Kenia, Madagascar y Sudáfrica. Esta colaboración más amplia permite aumentar el volumen de recuperación y reutilización de boyas, al tiempo que fomenta la participación comunitaria y las alianzas con pescadores y organizaciones locales.
Según el doctor Mario Lebrato, responsable del Observatorio Oceánico del Centro de Estudios Científicos de Bazaruto (BCSS), “los datos oceánicos en tiempo real están revolucionando la conservación marina y, gracias a la tecnología de Satlink, estamos transformando la ciencia en acción. Nuestra alianza con la compañía nos permite incorporar inteligencia en tiempo real en el corazón de la ciencia marina. Al aprovechar estos flujos de datos, -continúa Lebrato- podemos monitorizar de forma inmediata la biodiversidad, la riqueza de especies y los cambios en los ecosistemas. En un contexto de creciente presión ambiental, este tipo de innovación ambiciosa y práctica es lo que necesita la economía azul. Nos sentimos orgullosos de construir ese futuro de la mano de Satlink”.
Lanzado en 2022 en colaboración con la ONG australiana Tangaroa Blue Foundation y la Australian Marine Debris Initiative, el Proyecto ReCon promueve la colaboración con el sector pesquero y destacadas organizaciones ambientales para evitar que los dispositivos de pesca utilizados por la flota atunera terminen convertidos en residuos tecnológicos. Una vez reacondicionados, estos dispositivos inteligentes se reutilizan con fines científicos y de conservación, tales como la investigación oceanográfica, el seguimiento y monitoreo de residuos marinos, el apoyo a la pesca artesanal o el refuerzo de sistemas de alerta temprana.
Según Kathryn Gavira, directora de Ciencia y Sostenibilidad de Satlink, “ReCon está demostrando que la colaboración puede impulsar cambios reales en la sostenibilidad oceánica. Dar una segunda vida a esta tecnología pesquera no solo permite reducir residuos, sino que crea un nuevo estándar sobre cómo pueden trabajar conjuntamente el sector, la ciencia y las comunidades costeras para proteger y entender mejor nuestros océanos”.
Desde su puesta en marcha, ReCon ha facilitado la recogida de más de siete toneladas de artes de pesca abandonados. Su enfoque innovador y su impacto positivo en el sector pesquero global le han valido múltiples reconocimientos internacionales, como los Tuna Awards (2023), la distinción a las Mejores Ideas del Año (2024) o el World Maritime Week Award (2025). Estos galardones se suman a los reconocimientos obtenidos por Satlink por su compromiso con la conservación de los océanos, como el premio del Pacto Mundial de Naciones Unidas (ONU), o el de la Cámara de Tecnología de la Unión Europea.
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