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Dicho proyecto tiene su origen en la adjudicación de la subasta del MITECO en octubre de 2022 a un precio de 106,23 €/kWh por 20 años, el más alto de dicha subasta para la venta de energía procedente de biomasa.
Tras este estudio de elegibilidad, que se inició en mayo de 2023, empieza la fase de Due Diligence por parte del BEI, así como el contacto e inicio de negociación con los bancos comerciales. Simultáneamente, Reolum está procediendo a tratar las muestras de interés recibidas y hacer la configuración del equity que acompañará a la empresa en el cierre financiero, previsto para este mismo año.
Yann Dumont, vicepresidente ejecutivo de Reolum, afirma que “este hito es muy importante para La Robla Green puesto que el BEI es muy exigente con las propuestas planteadas. Se está valorando un elemento diferencial fundamental, como es el aprovechamiento de calor de la turbina de vapor y la captura de CO2 para producir uno de los elementos claves de la descarbonización: el e-metanol verde”.
La Robla Green está formada “por dos instalaciones sinérgicas fuertemente innovadoras”, tal como explica Fernando Muñoz, presidente ejecutivo de Reolum, quien añade que “este carácter innovador se plasma tanto en su concepción individual como en su integración. Una derivada afortunada de esta integración es la producción simultánea de energía verde y combustible verde con la misma materia prima: la biomasa”.
En primer lugar, Roblum: una planta de cogeneración de energía verde con balance negativo en CO2, conseguido a partir de biomasa de restos agrícolas.
Y, en segundo lugar, La Robla Nueva Energía, la mayor planta de e-metanol verde de Europa, cuya producción cuenta ya con un contrato de venta. Esta instalación se integra con Roblum al ser abastecida por esta del CO2 biogénico que produce e incluye una planta de hidrógeno verde.
Objetivos del proyecto
Este proyecto integrado da respuestaa una demanda de nuevos planes de negocio de la zona ligados a la nueva economía verde y al objetivo común de frenar el cambio climático, así como al enorme reto de eliminar las emisiones netas de CO2 para el año 2050. Asimismo, en palabras de Fernando Muñoz, “aporta un notable valor social al campo leonés y un enorme valor medioambiental al cultivo del maíz, esencial en la zona, gracias a la utilización de su paja, sin uso ganadero, como materia prima. Esta función energética de la paja de maíz está muy alineada con los principios que marca la PAC”.
Además, encaja perfectamente con el propósito de las administraciones de favorecer el empleo de calidad en zonas de Transición Justa, como es el caso de La Robla, que ha visto cómo su población y su crecimiento económico han ido cayendo desde el desmantelamiento de la antigua central térmica y la progresiva disminución de la minería. Esta iniciativa implicará una inyección económica y una importante generación de empleo en una zona que ha perdido el 35% de su población en los últimos años.
La Robla Green supondrá la creación estimada de 450 puestos de trabajo en la fase de construcción, así como 210 puestos de trabajo en la fase de operación, de los cuales 120 serán industriales y los otros 90 relacionados con la actividad derivada de la biomasa. Además, La Robla Green aportará aproximadamente 16 millones de euros anuales de ingresos para el sector agrícola y logístico.
