Emilio Cruz Barbosa. Descanse en paz un pionero en el empleo de la energía solar

Emilio pudo pagarse sus estudios gracias a su participación en el coro de una Escolanía, lo que le dejó además una gran afición por la música y el arte, que transmitía a todos los que se acercaban a él. En los talleres del CIEMAT con su mono de trabajo y entre tornos y tuercas, comentaba en los descansos los conciertos de órgano a los que asistía y describía con pasión.

Participó en los primeros proyectos industriales para el aprovechamiento térmico de la energía solar, como por ejemplo la construcción en 1982, y posterior operación y mantenimiento in situ, de un campo de colectores solares para el apoyo de la esterilización de productos cárnicos para la empresa CARCESA en Mérida (Badajoz).

Diseñó y fabricó una mesa de conformado para perfiles metálicos con la que se renovaron una parte importante de las facetas de los heliostatos de la Plataforma Solar de Almería (PSA).

Desarrolló un novedoso concepto de heliostato de membrana tensionada mediante una forma práctica y barata de obtener formas parabólicas. Muchos de los conceptos de heliostatos y concentradores solares para aplicaciones especiales desarrollados en CIEMAT en las últimas tres décadas, tuvieron la participación y el asesoramiento de Emilio tanto en su fase de concepción, como en la traducción a dispositivos realmente fabricables desde el punto de vista mecánico.

Realizó diversas patentes relacionadas con la energía solar: sistemas de colector/concentrador solar, sistema óptico de distancia focal reducida, almacenador de energía mecánica de rotación. etc.

Recibió diversos premios y menciones internacionales por sus inventos.

Emilio era una persona inquieta con una gran curiosidad por todo lo relacionado con la energía y un gran ingenio para resolver con brillantez problemas prácticos. Fue un pionero, un entusiasta y un trabajador infatigable, en el diseño y construcción de instalaciones de energía solar de baja, media y alta temperatura.