¿Qué implica exactamente?
Reutilización de residuos orgánicos: Lo que antes era desecho, ahora se transforma en recursos valiosos como biogás, biocombustibles o bioproductos.
Sustitución de insumos fósiles: Se busca reemplazar derivados del petróleo por alternativas biológicas.
Impulso a la bioeconomía: Fomenta el desarrollo rural, la cohesión territorial y la creación de empleos sostenibles.
Contribuye a luchar contra el cambio climático: Reduce emisiones contaminantes y ayuda en la transición energética.
¿Por qué es importante?
La biocircularidad no solo es una solución ecológica, sino también estratégica: permite que países como España aprovechen su enorme potencial en biomasa agrícola y forestal para avanzar hacia una economía desfosilizada, resiliente y autónoma.