IndustriAmbiente Julio/Septiembre 2015

LAS ENERGÍAS RENOVABLES ENCUENTRAN TRABAS PARA SU DESARROLLO

Vivimos en un país que por su climatología debería ser un paraíso para el desarrollo de las energías renovables, pero por una razón u otra la sustitución de las energías fósiles por energías limpias no acaba de producirse. Ello pone en cuestión el cumplimiento de los compromisos que España tiene como país con el resto de sus socios europeos, pero también lastra nuestra economía, que se ve obligada a pagar una factura energética enorme. La mayoría de asociaciones que representan a los diferentes sectores de renovables se quejan amargamente de un Gobierno que no apuesta por este tipo de energías. Por poner algún ejemplo actual, con la normativa en desarrollo sobre transporte y distribución de electricidad, el Gobierno contraviene la Ley 24/2013 del sector eléctrico que especifica que “la retribución de las actividades se establecerá reglamentariamente con criterios objetivos, transparentes y no discriminatorios", según denuncia APPA. También lleva tiempo quejándose, y no le falta razón, UNEF que habla del "impuesto al sol" que soporta la energía solar fotovoltaica. No sólo no se favorece el autoconsumo, sino que se penaliza una fórmula que genera ahorro económico, mejora la competitividad, introduce una competencia real en el mercado eléctrico, produce energía limpia y gratuita, genera actividad económica y empleo y reduce la dependencia energética del exterior, entre otras ventajas. Todo ello hace que sintamos alegría al comprobar cómo, pese a las dificultades, algunas renovables, como es el caso de la biomasa, aumentan día a día su presencia en el mercado.